lunes, 24 de abril de 2017

EVA LA PASTORCITA



UNA PASTORCITA LLAMADA EVA

Había una vez un pueblecito pequeñito entre las montañas.

No tenía muchos habitantes pero los que allí vivían, la mayor parte eran pastorcillos y pastorcitas que cuidaban de sus ovejitas entre grandes valles cubiertos por una alfombra de pasto verde donde las ovejitas comían y corrían.

Este cuento nos enseña como una pastorcita cuidaba de su rebaño de ovejitas, les cantaba canciones y todas la seguían sin perderla de vista.

Había una ovejita que era su preferida y se llamaba Boleta, pero un día notó que la ovejita estaba muy triste, no corría y no se movía cuanto apenas.

Una mañana la pastorcilla se metió en el corral como todos los días a darle los buenos días a las ovejitas....¡Boleta...Boleta!....¿donde estás?, miró a su alrededor y en un rinconcito estaba Boleta.

¡Oh mi ovejita preciosa!...¿que te pasa?...pero la ovejita no se movía.

Entonces la pastorcita llamó corriendo al veterinario el cual después de mirarla le dijo....no pasa nada, habrá comido alguna hierba que no buena y le duele la barriguita.

A los dos días Boleta ya jugaba y corría detrás de su amiguita la pastorcita...la felicidad volvió.

Por eso, cuando vayáis de excursión o a la montaña, no tenéis que meteros nada en la boca y siempre lavaros las manos.

Y colorin, colorado este cuento se ha acabado, y espero que os haya gustado la pastorcita que se llamaba Eva.