lunes, 5 de mayo de 2014

EL CASTILLO DE LOS ESPEJOS DE CRISTAL


EL CASTILLO DE LOS ESPEJOS DE CRISTAL








Hace muchos años, en aquellos tiempos de fantasía e ilusión, había en las montañas de un país lejano, un grandioso castillo que deslumbraba con sus espejos de cristal.


Según cuenta la leyenda, dentro de las murallas de este castillo, vivía una malvada bruja que hacia que todo lo que se reflejara en sus espejos, quedara atrapado dentro de sus paredes de cristal.


Cierto día, iba caminando por el bosque un joven campesino en busca de fortuna y aventuras; su ilusión era poder encontrar un señor acaudalado para trabajar y así poder ayudar a su familia que vivía a muchas leguas del bosque, en una cabaña y llevaban una vida muy dura, habían días que no tenían nada de comida que llevarse a la boca.


El joven campesino, cansado de andar y andar, levanto la mirada porque un resplandor grandioso no le dejaba abrir los ojos, este resplandor venía de lo alto de una inmensa montaña donde había un precioso castillo rodeado de espejos por todas partes; no podía creer lo que estaba viendo, y pensó “aquí vivirá alguien importante que a lo mejor me acoge y me da trabajo”.


Loco de alegría y una vez llegó a la puerta, sin darse cuenta cerró los ojos y al momento los abrió, y aunque le pareció imposible, se encontró dentro del castillo. Paralizado y asustado y sin entender lo que había pasado, miró a su alrededor y muy sorprendido vio animalitos, doncellas, campesinos, hadas y duendes y les preguntó:


-¿que haceis aquí?, yo no se como he podido aparecer aquí dentro, ¿me podríais ayudar a entenderlo?


Se le acercó una bella doncella y le dijo:

-mirad, teneis que tranquilizaros porque sino la bruja malvada se enfadará y nos castigará.



Y el campesino contestó :

     -¿pero entonces estamos prisioneros y nunca podremos salir del castillo? y susurró “¡no!,yo os sacaré de aquí.



No había terminado de hablar cuando sonaron unas carcajadas de la malvada bruja

     -¡¡Ja ja ja, tu insignificante personaje, no aumentes mi ira porque te arrepentirás, ja ja ja!!



Todos se acurrucaron asustados y temblando de miedo, y entonces el campesino gritó :

     -¡Eres perversa, pero habrá algo que tu desees, si yo te lo consigo debes darme tu palabra de que dejarás a todos libres y no volverás a hacerles nada malo!



A lo que la bruja contestó:

-Ja ja, eres una persona insignificante pero valiente, te voy a dar una oportunidad. Tendrás que ir a una cueva que hay en las montañas nevadas, allí vive un mago que tiene algo que yo quiero.



¿Y que es? preguntó el pobre campesino temblando de miedo.



-Es la pluma de cristal, contestó la bruja, el mago la tiene custodiada pero cuando te vea, si desconfía de ti, te convertirá en un animalito del bosque.



Sin que nada le hiciera pensar que no lo lograría se puso en marcha, con la sola idea de que podría liberar a todas las personas que estaban prisioneras dentro del castillo.



Pasaban los días y estaba muy cansado, se apoyó en un arbol y creyó que soñaba cuando oyó una voz que le decía:



-¿Dónde vas desdichado?, ¿no sabes que aquí vive el mago de las cumbres nevadas?, es muy desconfiado, y si no ve un corazón limpio y puro, te convertirá en un animal.



Entonces una luciérnaga que estaba en la rama de un arbol  le dijo:



-Vete, vete, mirame a mi, yo vine exigiendo y el me convirtió en una luciérnaga.



A lo que el valiente campesino contestó:



-Tengo mucho miedo,  pero aunque esté temblando yo he venido a por la pluma de cristal para que la bruja malvada deje libres a todos los prisioneros que tiene en el Castillo de los Espejos.



Llévame contigo por favor, le dijo la luciérnaga, y siguieron el camino.



Estaba muy cansado, pero se acordaba de esa pobre gente que seguia prisionera en el Castillo y sacaba mas fuerzas para seguir.



Por fin llegaron a la cueva del mago y ya dentro oyó una voz que le decía:



- ¿Cómo te atreves a entrar en mi cueva?, ¡te voy a convertir en un insecto!



Y el valiente campesino contestó:



-¡No!, por favor escuchadme, os lo ruego, he venido hasta aquí porque la malvada bruja del Castillo de los Espejos tiene prisioneros a muchas personas y solo las liberará si le llevo la pluma de cristal.



Eres valiente, dijo el mago, tienes un gran corazón y por eso debes hacer lo que yo te diga. Ella hace prisioneros porque, ella misma, también es prisionera del Castillo desde que yo le hice un hechizo y la castigué.



Te voy a dar la pluma, pero debes hacer lo que yo te diga.



Cuando le entregues la pluma debeis de salir todo lo deprisa que podais porque todo desaparecerá, incluyendo a la bruja, y los que no salgan desaparecerán también.




Caminando de vuelta al Castillo con la pluma, la luciérnaga le dijo al campesino:



- Eso era lo que el Mago quería, un corazón bueno y un alma pura como la tuya.



Y tal y como le prometió el Mago, al entregar la pluma a la bruja todos salieron huyendo  
tan deprisa como pudieron y entonces todo desapareció y quedaron libres.



Los animales se convirtieron en personas y la luciérnaga era un príncipe

que encontró a su princesa que tambien estaba hechizada dentro del castillo y a la que hacía tiempo andaba buscando.



Y fue así como el valiente campesino consiguió lo que tanto soñaba, un futuro mejor para su familia, ya que el príncipe lo acogió en su castillo y fue mucho mas que un lacayo, fue su gran amigo.



Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.

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