sábado, 25 de octubre de 2014

EL SUEÑO DE LAZARO

                                          EL SUEÑO DE LÁZARO

¿Quien, a lo largo de toda su vida, no ha tenido un sueño que nos parece imposible y que algunas veces se cumple?

Este cuento narra la historia de Lázaro, un niño que tenía diez años y su gran ilusión y su gran sueño era ver el mar.

Vivía en una aldea de montaña, y su trabajo diario era llevar a las ovejas a pastar a los prados, cuando se sentaba a descansar siempre abría un pequeño libro, de tanto leerlo se lo sabía de memoria, este libro trataba de historias de personas que habían viajado a lugares donde habían mares de aguas azules y cristalinas.

Lázaro era un niño muy bueno, no tenía mamá pero su padre era a la vez su amigo y compañero,  era todo lo que tenía y lo adoraba.

Un día, ya cansado de ver a su hijo siempre triste y pensativo le dijo...Lázaro, lo único importante que tengo en la vida eres tu, y quiero que se cumpla tu sueño, vamos a arreglar las cosas y nos pondremos en marcha, veremos el mar pase lo que pase.

Así lo hicieron, pidieron a los vecinos de la aldea que, por favor, les cuidaran la casa y las ovejas, y estos lo aceptaron de muy buen gusto porque todos querían a Lázaro y a su padre, y sabían que su ilusión era muy importante.

Se pusieron de camino, pero lo que parecía que iba a ser tan fácil se complicaba, durante el viaje les pasaron varias cosas, una de ellas fue que encontraron a un vendedor ambulante que estaba en mitad del camino tirado en el suelo, le habían robado unos maleantes y lo habían dejado abandonado y mal herido, ellos no dudaron en atenderle y le curaron sus heridas.

Este incidente retraso su viaje unos cuantos días porque hasta que no estuvo recuperado, no dejaron de hacerle compañía.

El comerciante agradecido les dijo que conseguirían alcanzar su meta, y que serían recompensados por su bondad y su generosidad.

Se pusieron de nuevo en marcha y el destino hizo que tuviesen que retrasar de nuevo su esperado viaje.

No podían imaginar lo que se les venía encima en el bosque, habían cazadores furtivos que ponían cepos para cazar animales atrapándolos en sus trampas.

Entre quejidos y lamentos vieron en una de esas trampas
un cervatillo con la patita sangrando, el pobrecillo no podían aguantar el dolor, como pudieron lo libraron del cepo y como en la ocasión anterior, hasta que no estuvo curado no continuaron su viaje.

Bien pues, cuando ya parecía que todo se iba solucionando
vieron a una bella dama...no, una dama no, ¡¡era el hada de los deseos cúmplidos!!

El hada viendo su sorpresa les dijo...todos los tropiezos que habéis tenido en el camino eran pruebas para ver como ibais a reaccionar, y lo habéis hecho como yo esperaba, soy el hada de los deseos cumplidos y a ti Lázaro ha llegado la hora de que tu sueño se cumpla...cerrad los ojos, quiero que penséis que os cojáis de la mano y penséis en las aguas del mar.

Cuando abrieron los ojos fue grandioso lo que estaban viendo, un mar precioso con aguas transparentes.

Lázaro corrió y se metió en el agua, jugaba, saltaba, ¡que locura!, papá, papá...es el mar, es aun mas bonito de lo que yo imaginaba.

Pues bien, su deseo se hizo realidad, después de ese día volvieron a su aldea y todos los años volvían para bañarse en ese mar.

Pasaron los años y cuando Lázaro se hizo mayor su vida cambió, dejó de ser el niño pastor para convertirse en pescador...y siempre vivió cerca del mar.

Veis, la ilusión nunca se debe de perder y si eres bueno y generoso los deseos siempre se acaban cumpliendo.

Y colorin colorado, este cuento se ha acabado...o no, si tienes un sueño...persíguelo.




   

 



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