sábado, 12 de julio de 2014

EL UNICORNIO SIN ALAS




               EL UNICORNIO SIN ALAS


No hay nada mas triste que sentirte diferente a todos los que te rodean.

Esto es lo que pasó en el nacimiento de un precioso unicornio, que para desgracia de su mamá nació sin alas.

Ya de pequeñito se sentía inferior a los demás porque siempre se quedaba solo y pensaba...¿Por que me ha tenido que pasar esto a mi?.

No tenía alas pero era precioso, era de color dorado y blanco, y su cuerno parecía de marfil.

Un día, cuando estaba bebiendo agua en una charca, oyó una voz que le decía....¡Hola!...¡anímate, estoy aquí!.

Sorprendido miraba alrededor pero no veía a nadie, hasta que por fin, encima de un tronco vio una libélula y el unicornio le contestó...no te veía, eres tan pequeña que no sabía quien me estaba hablando; y la libélula le dijo:

Mírame, yo antes no era una libélula, era la doncella de una condesa muy rica, pero muy mala, está obsesionada con su belleza, y no permite que haya nadie mas bella que ella.

Cuando entré a servir en su casa, la que me escogió fue el ama de llaves, y cuando me vio la condesa llena de rabia dijo...¡como has elegido a una doncella tan guapa!...y como tenía poderes me convirtió en lo que soy.

Solo habría una manera de volver a ser una persona, continuó diciendo la libélula, y sería yendo a la Montaña del Lama, solo allí podría salvarme, pero ¿como voy a ir allí?, me moriría en el camino...¡que pena!...a lo mejor podría ayudarte a ti también.

Entonces el unicornio contestó:

Nosotros por si solos no podríamos ir, pero espera y verás; empezó a hacer un sonido con la boca, parecía que pedía ayuda, y en menos de un minuto aparecieron sus amigos los unicornios y le preguntaron..¿que te pasa?

Mirad lo que dice la libélula, en la Montaña del Lama hay alguien que quizás nos pueda ayudar, ella es una doncella pero un hechizo la convirtió en libélula, y a mi, a lo mejor,
también me podría ayudar a tener alas, pero solos no podemos ir, necesitamos vuestra ayuda.

Entonces los unicornios dijeron: eso tiene solución, cogieron a la libélula y la metieron en el pelo de la cabeza de uno de ellos...no te muevas y agarrate fuerte...y en ese momento echaron a volar, no sin antes darle muchas esperanzas a su amigo el unicornio.

Llevaban mucho rato volando cuando vieron a lo lejos la Montaña del Lama, había como un pequeño castillo y dijeron...allí debe de ser.

Llamaron dando una coz a la puerta, de pronto se abrió y se llevaron una gran sorpresa, la que había abierto era un hada con unas largas alas.

La libélula gritaba...¡Estoy aquí!...y el hada le dijo: ya te veo pero...¿que te pasa?, y entonces la libélula le explico su hechizo y lo de las alas de su amigo el unicornio.

Entonces el hada les dijo: pasar y descansar, y tu pequeña libélula ven conmigo. 

Cuando entraron en el castillo, el hada preparó una pócima, y luego le dijo...toma, cuando llegues a la charca te la bebes y verás,..y tu amigo el unicornio, cuando haya una tormenta, que se ponga estas lágrimas de cisne en el sitio de las alas y que las pida con muchas ganas.

Todo fue tal y como el hada les dijo, la libélula se bebió la pócima y volvió a ser la doncella bellísima que había sido.

En cuanto al unicornio, espero a que hubiese tormenta, se untó los costados con las lágrimas del cisne y paso algo precioso, de repente le llegaron dos rayos, uno a cada lado y al momento le salieron dos alas que eran como dos abanicos de plumas doradas.

A partir de ese momento tanto la doncella como el unicornio fueron muy felices y se convirtieron en amigos inseparables.

Y ya sabéis, como siempre, colorin colorado este cuento se ha acabado.





  









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