LOS PAJARITOS
Este cuento es la historia de una pareja de ancianos, que vivían en una casita en una aldea de la montaña.
Tenían un pequeño patio con plantas que, para la anciana, eran muy importantes....flores, hierbas,... con unos olores que perfumaban toda la casa.
Otro entretenimiento que tenían los ancianos era el siguiente: todos los días, a eso de las 12 de la mañana, venían pajaritos al suelo de su patio a comerse el pan que ellos les tenían preparado.
Era muy bonito ver a los pajaritos comer con sus piquitos, y como los mas grandes daban de comer a los mas pequeños;
así pasaban los días y nunca fallaban a la misma hora.
Una mañana, la anciana se quedo sorprendida porque en el pico, todos los pajaritos traían una hebra de hilo dorado, tan dorado que parecía de oro.
Pasados unos días la anciana pensó...voy a unir los hilos y
haré un ovillo, y cuando tenga suficiente tejeré una mantita para, cuando vengan las nubes, ponérsela a los pajaritos y que no tengan frío.
Mientras que la anciana tejía la mantita, su marido les hacia una casita de madera para ponerla colgada en el patio y que se pudiesen cobijar.
El tiempo pasaba y, como era de esperar, llego el invierno.
Los dos ancianos pasaban el frío con dificultad, eran ya muy mayores y no podían coger leña, y para comer solo tenían lo justo y porque los vecinos les ayudaban, para ellos era muy duro, pero a los pajaritos nunca les faltaba su pan.
Una mañana el buen anciano se despertó, y notó que su mujer estaba ardiendo, con mucha fiebre, y el pobrecito se puso a llorar porque no sabía que hacer.
Estando allí sentado con su mujer enferma miro a la ventana de la habitación..¡todos los pajaritos estaban dando con el pico en el cristal y llevaban unas hojas en el pico!
Abrió la ventana y entraron volando, fueron a la cocina y allí dejaron las hojas; el anciano enseguida lo entendió...
puso las hojas a hervir y las preparó para dárselas a su mujer.
Cuando entró en la habitación dijo...¡gracias, gracias!...
estaba viendo como los pajaritos cogían con el pico la mantita, que la anciana había tejido, y se la ponían encima para abrigarla.
Se quedaron revoloteando alrededor de la enferma hasta que el anciano le dio a beber el agua que había hervido con las hojas.
Cuando se lo bebió se quedó dormida, al cabo de un rato se despertó y no tenía fiebre, estaba como si nunca hubiera estado enferma.
Cuando los pajaritos la vieron despertar empezaron a cantar y a volar muy contentos.
Pronto paso el invierno y los ancianos vivieron muchos años felices, contando siempre con la ayuda de sus amigos..... ...los pajaritos.
Y como siempre os digo, colorín colorado, este cuento se ha acabado.
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