sábado, 27 de septiembre de 2014

LAS HISTORIAS DEL ABUELO

            LAS HISTORIAS DEL ABUELO

Hola pequeños, la mayoría de los niños tienes unos abuelitos que cuando se sientan con sus nietos, les cuentan cuentos o historias de su vida y la mayor parte de ellas son muy bonitas.

Bueno, pues esta historia es la de un niño que se llamaba Noel, igual que su abuelito.

Un día, el pequeño Noel no podía ir al colegio porque estaba malito con fiebre, tenía mucha tos, y entonces su abuelito se quedó con el para cuidarlo y contarle una historia que le haría pasar el resfriado un poco mas agradablemente.

El abuelito comenzó diciendo....te voy a contar una historia
de algo que me pasó a mi cuando era joven y trabajaba en una empresa que hacía pozos para buscar agua, algo que en ese país escaseaba, y había que buscarla para poder cultivar la tierra y para el uso de las gentes que vivían en esa zona.

Un día, cuando estábamos excavando, nos dimos cuenta de que había entre la maleza como la entrada de una cueva, nadie la hubiese encontrado nunca de no ser porque casualmente empezamos allí la excavación.

Un poco asustados y pensando que es lo que encontraríamos dentro, encendimos unas lámparas y nos adentramos en la cueva a la aventura.

Empezamos a andar, la cueva era inmensa, y ¿sabéis lo que vimos?...cientos de mariposas de una especie no conocida que tenían luz propia, era precioso, no nos cansábamos de mirar...parecía que todas iban en una misma dirección, y nosotros las seguimos.

Si ver las mariposas era un sueño, prepárate para escuchar donde nos llevaron esas bellas criaturas....¡increíble!...
¡bellísimo!...no lo podía creer.

Era como un poblado con un pequeño lago subterráneo, habitado por unas criaturas minúsculas, alegres y sin ninguna maldad.

Estaba rodeado por una flores de unos colores tan fascinantes, que de tan bellas no podía dejar de mirarlas.

Los pequeños habitantes nos tocaban, se reían, y nos ofrecían unas frutas que jamás habíamos visto y que no sabíamos que existían.

Todo era como un sueño del que no queríamos despertar...
¡que cielo!, todo lleno de piedras luminosas que parecía que  siempre era de día aun estando dentro de una gruta.

Cuando pudimos reaccionar pensamos...son felices, no conocen las penas y no les falta de nada, si nosotros decimos lo que hay aquí lo destruirán y dejarán de existir.

Entonces mis tres compañeros y yo decidimos irnos y guardar el secreto.

Uno de los habitantes de ese paraíso subterráneo comprendió que nos teníamos que ir y nos regaló una piedra
de color ámbar a cada uno.

Igual que entramos en la cueva salimos, no sin antes
cubrir la entrada con piedras y hierbas para que nadie pudiese adivinar que allí había la entrada a una gruta.

Una vez estuvimos fuera, nos prometimos no decir lo que
habíamos visto, teníamos que tratar de olvidarlo por el bien de esos pequeños seres y que pudiesen seguir viviendo felices en su mundo.

Ves Noel, en el mundo siempre hay cosas por descubrir.

El pequeño Noel le dijo a su abuelo...¿pero es verdad?...¿no es un cuento tuyo?...su abuelito se levantó, abrió una caja que tenía escondida dentro de un armario y que estaba cerrada con llave.

Mira pequeño, abre esta caja y verás.

¡Oh abuelo!...es la piedra de color ámbar...es verdad, pero yo  haré lo mismo que tu hiciste, guardaré el secreto para esos pequeños seres sigan viviendo felices.

Si feliz era el niño escuchando contar historias a su abuelo, el abuelo aun lo era mas contándoselas a su nieto.

Pues se acabó, hasta la semana que viene, colorín colorado este cuento se ha acabado.
 

domingo, 21 de septiembre de 2014

SARA Y LA LAMPARA MAGICA

                    SARA Y LA LAMPARA MÁGICA

Hola pequeños, os voy a contar un cuento que os va a gustar mucho, es la historia de unos comerciantes que vivían en el desierto.

Allí solo hay montañas de arena es muy seco, hay algunos sitios (pocos), donde hay agua y crecen palmeras, a estos sitios se les llama oasis.

Cuando las tribus cruzan el desierto paran en estos sitios para descansar, coger agua y poder seguir su camino.

Un día, caminaban por el desierto una familia compuesta por una niña con sus papas montados en camellos.

Estaban muy cansados y deseaban llegar a un oasis para poder dormir y beber toda el agua que sus cuerpos necesitaban.

Cuando estaban cerca preguntó la niña...papá, ¿ya llegamos?....si, le respondió, mira a lo lejos....si, si ya lo veo, ¡por fin!

Una vez allí, cuando Sara, que así se llamaba la niña, buscaba una sombra para descansar, vio en el suelo algo dorado, escarbo en la arena y ¡sorpresa!...se encontró una lámpara.

¡Papá, mamá!, mirad lo que he encontrado, ¿es mágica...es
solo una lámpara, le respondió su mamá...bueno, pues yo la voy a acariciar a ver que pasa.

Empezó a acariciarla y de pronto empezó a salir humo, y entre el humo se vio la figura de una genio que le dijo...
hola Sara, soy el genio del desierto, pídeme tres deseos y yo haré que se cumplan, si estos deseos son buenos, después yo seré libre.

No sabían que pedir pero Sara, impaciente, enseguida contestó sin pensarlo...quiero comida y fruta para mis padres y para mi.

No había terminado de pedirlo cuando ya lo tenia delante de sus ojos...¡oh, cuanta comida!....papá, mamá vamos a comer.

Sara, piensa en lo que vas a pedir, le dijeron sus papás, hay cosas mas importantes.

Cuando ya hubieron comido Sara le dijo al genio...ahora quiero una tienda con buenas camas, para poder dormir toda la noche sin pasar el frío del desierto.

Dicho y hecho...una magnífica tienda con una confortables camas.

Pero Sara, le volvieron a decir sus papás, cuidado te queda solo un deseo...si, ya lo se papá, dijo Sara.

Mi tercer deseo es que nunca mas tengamos que cruzar el desierto, por eso te pido que encontremos en la ciudad una casa para vivir, y no llevar esta vida tan dura por el trabajo de mi papá.

A la mañana siguiente salieron del oasis y se encaminaron a su destino.

Entraron en la ciudad y, sin saber como, sus camellos se dirigían sin parar a donde el genio les llevaba, llegaron a la puerta de una casa muy grande y pararon.

Entonces el genio salio y le dijo a Sara...aquí viviréis y no tendréis que trabajar cruzando el desierto...tendréis un medio de vida que os hará vivir felices y tranquilos.

El genio desapareció, como los deseos de Sara eran buenos y sin avarícia quedó libre, no tuvo que volver a meterse en la lámpara.

Entraron en la casa y fijaos, ¿sabeis lo que había dentro?...
un patio con mas de cien palmeras cargadas de racimos de dátiles.

Ya imagináis de que iban a vivir ¿verdad?...vendiendo los dátiles de las palmeras...y por mas que cogían, siempre habían mas.

¿Os ha gustado?, pues colorin colorado, este cuento se ha acabado.

   

sábado, 13 de septiembre de 2014

EL TESORO DEL PANTANO

                      EL TESORO DEL PANTANO

Había una vez una família que vivía en una ciudad grande, eran el padre, la madre y dos hijos que se llamaban Tato y Pablo.

Esta família tuvo que dejar la ciudad porque al papá de estos niños, le ofrecieron ir a trabajar a un pueblo entre montañas para construir la presa de un pantano para controlar el agua de los ríos que, en época de lluvia y nieve, se desbordaban y causaban muchas perdidas.                      

La vida allí era muy diferente a la que tenían en la ciudad, no tenían mas remedio que acoplarse y hacer lo posible por estar bien.

Como todos los niños, Tato y Pablo viendo que en la casa no había nada especial, se fueron a jugar a un cobertizo que había al lado de la casa.

Abrieron la puerta y estaba todo sucio de polvo, con muchos trastos, entraron y vieron que en una de las vigas había como un escondite y dentro encontraron una llave.

Tato le dijo a Pablo...¡oh, que llave mas vieja, de donde será!...a lo que respondió Pablo....vamos, a ver si encontramos de donde es, ¿será la llave de un tesoro?

Empezaron a removerlo todo, y registrando debajo de unas mantas viejas vieron un baúl mas viejo todavía, pero estaba abierto con lo cual la llave no era de esa cerradura.

Pero la sorpresa fue que dentro del baúl había una caja antigua, y puede que hubiesen acertado porque estaba cerrado, metieron la llave y si...habían acertado...¡la caja se abrió!

Dentro de la caja no vieron nada especial y Tato dijo...si la 
llave estaba escondida, aquí tiene que haber algo que merezca la pena.

Estaba llena de papeles, había un sobre que cuando lo abrieron, vieron que dentro había un mapa que señalaba con una cruz un punto que había cerca del pantano.

Corrieron y fueron a contárselo a su papá, querían que los llevara al sitio que indicaba el mapa.

Cogieron unas palas y unas linternas y su padre les dijo...no 
ilusionaros con encontrar algo porque de todo esto hace muchos años, y seguro que no encontraremos nada.

Se pusieron en camino y cuando llegaron se quedaron muy desilusionados, vieron que el punto que señalaba el mapa estaba dentro del pantano.

¿Veis?, les dijo el papá, no se puede encontrar nada porque meterse dentro del pantano es muy peligroso.

Que desilusionados se quedaron, y que tristes...no ha servido para nada, no podemos hacer nada.

Volvieron hacia la casa pensando que es lo que habría en la cruz señalada.

Por la mañana, el papá de los niños se fue a trabajar y se reunió con seis hombres que, como el, trabajaban en la construcción de la presa.

Durante la comida el papá comentó a sus compañeros lo que había pasado con sus hijos y dijeron...podríamos intentarlo, somos muchos y lo podríamos conseguir.

Solo os pido una cosa, dijo el papá de los niños, no les digáis nada a mis hijos porque si no lo consiguiésemos se volverían a poner muy tristes.

Así lo acordaron y, cuando terminaron de trabajar, antes de volver a casa hicieron un intento...se subieron a una barca y se acercaron al punto que estaba señalado en el mapa.

Se tiraron al agua dos hombres, uno de ellos era el padre de los niños, los demás se quedaron arriba esperando por si necesitaban ayuda.

Al poco tiempo salieron del agua, cogieron aire y lo volvieron a intentar, esta vez tardaron un poco mas y los hombres que quedaron en la barca ya se iban a tirar en su ayuda pero no hizo falta, salieron del agua y exclamaron...
¡hay como una pequeña cueva!, no sabemos si podremos respirar dentro o si estará llena de agua.

Como ya se hacía de noche, acordaron intentarlo de nuevo al día siguiente, antes de ir al trabajo.

Cansado llegó a su casa y dijo a sus hijos...vamos a cenar y a dormir que mañana me espera un día de mucho trabajo.

Cuando se hizo de día los niños todavía dormían, salió despacio y se encaminó a donde había quedado en encontrarse con sus compañeros.

Esta vez bajaron tres hombres, cuando llegaron a la cueva, para su sorpresa, vieron que se podía respirar porque no estaba cubierta de agua.

Entraron y quedaron con la boca abierta...había un gran tesoro...muchas monedas de oro.

Imaginaos lo contentos que salieron, se les había acabado la pobreza.

Antes de ir a celebrarlo decidieron ir todos a la casa donde todavía dormían Tato y Pablo, al oír los gritos de alegría se despertaron...¿que pasa?...¿que ocurre?...mirad, dijo su padre sacando un puñado de monedas de oro.

¿Papá, habéis bajado?...¿había un tesoro?...si hijos, un tesoro que hará que todas las familias que hemos venido a trabajar podamos construir nuestras casas, y viviremos aquí donde la suerte nos ha hecho este regalo.

Todo os lo debemos a vosotros, por haber encontrado la llave...espero que no perdáis nunca esas ganas de jugar y esa curiosidad que tan felices nos ha hecho a todos.

Poco a poco fue llegando mas gente para trabajar en la presa...hubo dinero para ayudar a todos a construir su casa, y poco a poco aquel lugar se convirtió en un pueblo.

Si, un pueblo lleno de felicidad y alegría y todo por...la curiosidad y las ganas de jugar de dos niños.

Espero que os haya gustado y colorin colorado, este cuento se ha acabado.
 



sábado, 6 de septiembre de 2014

VISITANTES VERDES

                  VISITANTES VERDES

Todos los niños que tienen a su papa y a su mamá, y pueden ir a un buen colegio, no saben la suerte que tienen, son privilegiados porque hay muchísimos niños que no lo pueden disfrutar, que no saben lo que es y, por supuesto, no saben lo que se puede sentir al tenerlo.

En este cuento, os voy a contar la historia de un niño que se llamaba Neizan, que vivía con su papá pero no tenía mamá.

El papá de Neizan, para que fuera feliz, le hacía creer  que tenía un buen trabajo y que tenía una buena vida, pero la realidad era todo lo contrario.

Por las mañanas, cuando lo dejaba en el colegio le decía a su hijo..bueno, me voy a trabajar que llego tarde.

Uno de esos días Neizan dijo ... papá, necesito unas zapatillas para correr, me han elegido para hacer unas pruebas de atletismo en el colegio.

El pobre hombre le contestó..no te preocupes, las tendrás.

Preocupado por conseguir las zapatillas, llegó a su casa, se cambio de ropa y se fue a ver si tenía suerte y podía encontrar unas zapatillas para su hijo, se puso a buscar en todos los contenedores de basura y en el basurero gigante que había en las afueras de la ciudad.

Buscando y buscando, y no encontraba lo que quería, mirando y escarbando encontró una esfera de acero y pensó...¿que será esto?

Se puso a limpiarla, buscó si tenía alguna señal para poderla abrir pero, para su sorpresa, de pronto se abrió, salió un rayo de luz acompañado de unos seres pequeñitos verdes con unas antenas.

Sorprendido y un poco asustado dijo...¿esto que es?... ¿quienes sois?

Al principio los pequeños seres no lo entendían, pero tenían una inteligencia muy grande, solo con oírle hablar aprendieron, y enseguida le contestaron.

Somos de otra galaxia, y nos llamamos Lex y Pink, hemos tenido un accidente y hemos venido a caer aquí, tenemos que comunicarnos con los nuestros para poder regresar a nuestra casa.

Estamos en peligro porque aquí, en la Tierra, se nos acaba la energía y podríamos morir.

¿Y tu que haces aquí?, preguntaron Lex y Pink... el pobre hombre, aturdido y asombrado de lo que estaba pasando contestó....pues mirad, yo estoy engañando a mi hijo, el cree que tengo trabajo, que la vida me sonríe, pero todo es mentira.

Todos los días, cuando dejo a mi hijo en el colegio, voy a casa, me cambio de ropa y me pongo a buscar chatarra en los basureros, con esto voy sacando, con mucho esfuerzo, lo necesario para vivir.

Hoy mi hijo me ha pedido unas zapatillas para correr y no se como se las voy a poder conseguir.

Al oír esto los pequeños seres verdes le dijeron...tenemos poca energía pero, para hacerte feliz, vamos a ayudarte...
mira, trae aquellos zapatos viejos que hay allí...el papá de Neizan los cogió y se los llevó, entonces Lex y Pink encendieron sus antenas y..... los zapatos viejos se convirtieron en las mejores y mas bonitas zapatillas que habían en la Tierra.

Loco de alegría les dio las gracias y les dijo...ahora os tengo que ayudar yo a vosotros, venid a mi casa a ver que podemos hacer para cargaron de energía y podáis volver a vuestro mundo.

Cogió la bola con Lex y Pink dentro, se la metió en la mochila y se dirigió a casa, una vez allí sacó la bola y  salieron con las antenas muy muy débiles, el padre de Neizan les dijo...¿que podemos hacer?...yo no se lo que hace falta para que os pongáis bien.

Los pequeños seres verdes contestaron...si no llueve y no hay relámpagos, no podemos hacer nada, solo con la energía de un rayo podríamos cargarnos y comunicarnos con los nuestros para poder volver a casa.

Meteros en la bola que mi hijo está a punto de llegar y le voy a dar las zapatillas.

Justo al momento llegó Neizan del colegio, vio el paquete que había encima de la mesa que ponía "para Neizan", lo abrió,  vio las zapatillas y exclamó...¡guau, que zapatillas mas chulas!...¡gracias papá!

Bien, dijo su padre, ahora lávate que vamos a cenar, luego haces los deberes y a dormir...vale papá, contesto Neizan, y así lo hizo.

Ya acostado en la cama oyó un ruido y una luz y pensó...mi papá no es porque le oigo roncar, ¿quién será?...despacito se levantó, retiró la cortina y vio la bola que brillaba con una luz apagada...¿que es esto?, seguro que es una sorpresa de mi papá pero..¿que es?

Cogió la bola, la frotó y le pasó lo mismo que a su padre, se abrió la bola y salieron de ella los pequeños seres verdes, Neizan se asustó  y salió corriendo.

Su padre se despertó y le dijo...no te preocupes, son buenos y generosos...le explicó el problema que tenían para volver a casa y Neizan dio con la solución.

Papá, si cojemos dos cables de electricidad con mucha potencia y los juntamos se producirá mucha energía y  se podrán cargar, aunque....dejaremos a todos el barrio a oscuras.

Bueno, pero eso después se podrá arreglar, lo importante es que ellos puedan regresar.

Y así lo hicieron, hubo un chispazo que prácticamente se hizo de día, la bola cogió energía y brillaba tanto que deslumbraba.

Lex y Pink tenían las antenas resplandecientes, y se conectaron con los suyos para volver a casa, no sin antes
dar las gracias a sus salvadores.

Cuando se despidieron le dijeron al papá de Neizan que pronto encontraría trabajo.

Desaparecieron rápidamente y casi igual de rápido llamaron a la puerta....buenas noches, ¿vive aquí un electricista?, a lo que Neizan dijo...si es mi papá.

Le buscaban para reparar los daños de algunas cosas que se habían estropeado con el apagón, y viendo que era un buen electricista, nunca mas le faltó trabajo.

Muchas veces pasa, gente a la que no conoces de nada, que parecen incluso de otro mundo, al final son los que te echan una mano y te pueden ayudar a cambiar la vida.

Pues bien, como siempre, colorin colorado, este cuento se ha acabado.